Skip to main content

Si hiciste ejercicio durante tu embarazo, ¡ahora que das de lactar no hay porqué parar! Lo importante es tener en cuenta algunos factores fundamentales:

Los beneficios

Las bondades de la leche materna para el bebé están comprobadas por diversos estudios, pero dar de lactar es también beneficioso para ti. Según la organización Healthy Children, las madres que amamantan se recuperan del parto mucho más rápido y con mayor facilidad. Al dar de lactar, el cuerpo libera la hormona oxitocina que ayuda al útero a regresar a su tamaño regular. Por otro lado, amamantar ayuda a perder progresivamente la grasa acumulada durante la gestación.

La energía

Dar el pecho representa un desgaste de energía adicional al de tus otras actividades. Según la revista especializada Sport Life, para compensarlo debes incrementar ligeramente tu consumo de calorías de buena calidad (alrededor de 500 calorías adicionales). Esto significa seguir una alimentación balanceada alejada de empacados y azúcares y carbohidratos refinados.

La hidratación

Recuerda que la deshidratación es el peor enemigo en la producción de leche materna. Por lo tanto, en este periodo debes estar más atenta que nunca a hidratarte de manera adecuada antes, durante y después de realizar ejercicios. Evita entrenamientos prolongados, intensos o con alta temperatura para evitar que disminuya el flujo de leche materna. Recuerda beber al menos dos litros de agua al día.

La postura

Al dar el pecho, las mujeres tienden a bajar la mirada y el cuello hacia el bebé, tensando los trapecios y acortando el pectoral. Es clave que seas consciente de tu postura cuando estás dando de lactar. ¡Cuida tu espalda y evita lesiones!

La actividad

Aunque te hemos enlistado las precauciones anteriores, podría ocurrir que notes muchas molestias en tu pecho. Si este es tu caso, no necesariamente significa que debas renunciar al entrenamiento, pero tal vez sí es una alerta para cambiar de actividad por algún tiempo. Convérsalo con tu médico, analiza tus opciones. Puedes probar deportes como el yoga, la natación o ejercicios funcionales. También puedes fortalecer tus músculos con ejercicios de resistencia utilizando bandas y mancuernas.

El sujetador

Parece un detalle obvio, pero es mejor repasarlo. Recuerda que, así como tienes sujetadores de diario específicos, para este periodo de tu vida debes tener sostenes deportivos adaptados a la lactancia. Busca aquellos que cumplan con tu nueva talla y que te permitan comodidad y versatilidad. Pero no regales los brassieres anteriores al embarazo, pues una vez que la lactancia se acabe, volverás a necesitarlos.

RECUERDA

Tu cuerpo necesita su tiempo para recuperarse. Regresar al deporte debe ser un proceso paulatino y sin forzarte a ti misma. Es posible que este no sea el momento para hacer competencias o trazarte objetivos deportivos. Ten paciencia y poco a poco volverás al estado de antes. Ahora tu prioridad debe ser tu salud y la de tu bebé.